Alfredo Carlo

Saleem H. Ali asistió al Foro Económico Mundial de este año en Davos, Suiza, como uno de los 190 Young Global Leaders (jóvenes líderes globales) del foro WEF. "Encontrar maneras de que el medio ambiente nos ayude a desarrollar nuestras economías y, al mismo tiempo, mitigar el conflicto sigue siendo un compromiso personal y profesional para mí", afirma.

"La ambición no es algo malo", dice Saleem H. Ali. Aunque suene extraño que lo diga un profesor de estudios ambientales que también es director del Instituto de Diplomacia y Seguridad Ambiental de la Universidad de Vermont (uvm), Ali explicará que la ambición no es simplemente codicia. Es parte del "impulso escondido", que potencia no sólo nuestro deseo de recolectar y consumir, sino también nuestras ansias de innovar y descubrir "nuevas formas de aprovechar materiales y energía para mejorar la condición humana". Según él, el desafío de hoy es concentrar este impulso en los retos de todo el planeta.

"La contaminación es un problema, pero también lo es que la gente se muera de hambre y pobreza", sostiene. "Si uno realmente valora la existencia humana y la calidad de vida, la búsqueda de innovación debe estar presente siempre".

En su libro de 2010 Treasures of the Earth: Need, Greed, and a Sustainable Future [Tesoros de la tierra: necesidad, ambición y un futuro sustentable], examinó estas y otras ideas tomadas generalmente a partir de la geología, de la economía, de la ecología y de la psicología. Entre ellas hay conceptos como "consumo sustentable", "cadenas de sustento" y "responsabilidad elemental". Este último concepto ha sido acuñado primeramente en la industria minera a través de iniciativas tales como el Proceso de Kimberly 2003 que rastrea diamantes para impedir que la industria financie conflictos armados sin darse cuenta. Además, convierte a los gobiernos y a las compañías en socios en el rastreo de recursos, puede mejorar la concientización de los compradores y ayuda a mantener los "diamantes de sangre" alejados de los mercados internacionales.

Nacido en New Bedford, Massachusetts, Ali pasó parte de su infancia en Pakistán, la patria de sus padres, y da crédito a dicha experiencia por su amor a reunir ideas diversas para producir algo nuevo. Él comenta que, por ejemplo, aprendió a ver las industrias de reparación y servicios de Pakistán a la luz de la sustentabilidad: estas innumerables empresas pequeñas y, a menudo, informales no sólo reparan lo que de otro modo podría desecharse en los vertederos, sino también generan empleos.

Esto conduce a nociones más amplias como "ecología industrial", donde la meta es "transformar los desechos en algo obsoleto, ya sean materiales o energía. Esta noción se basa en la premisa de que la industria es una parte permanente del planeta y que por eso debería considerarse como parte del sistema natural", afirma Ali.

sally mccay / universidad de vermont

Dichas posturas a menudo lo ponen en contra de lo que él llama "la narrativa antitecnológica" que se da entre los ambientalistas. "La tecnología se puede usar mal", afirma, "pero debemos buscar constantemente nuevas formas de mejorar la condición humana". Él cita Kalundborg Symbiosis de Dinamarca, donde industrias diversas "se beneficiaron mutuamente usando los subproductos y la energía desechada por una como materia prima de otra". Sin embargo, Kalundborg no se desarrolló solamente a través de alianzas industriales: el gobierno impone "catalizadores" en forma de altas tasas por vertederos, agua y energía, y son estos tipos de alianzas los que Ali suele defender: lo mejor para estimular la innovación.

Sus "pensamientos audaces", como los llama su colega de la uvm Thomas Hudspeth, están generando un reconocimiento mundial hacia Ali. El año pasado, el Foro Económico Mundial lo nombró "joven líder mundial" —aún no llega a los 40 años— y la revista The Observer Magazine de Gran Bretaña lo incluyó entre sus 20 "gigantes verdes" que "marcarán la agenda ambiental mundial el año entrante". La revista Seed lo incluyó en 2007 entre las ocho "mentes revolucionarias del mundo".

Hudspeth opina que el enfoque multidisciplinario de Ali es fundamental. Antes de su cátedra, agrega, Ali "trabajó para empresas del ranking Fortune 500, por eso tiene una perspectiva "interna" tanto sobre los negocios como sobre el medioambiente". Hudspeth, al igual que Ali, considera que su campo, estudios ambientales, exige cada vez más que sus estudiantes tengan conocimientos en ciencias e ingeniería para poder comprender las complejidades ambientales.

Peace Parks es el título de un libro que Ali editó en 2007 en el cual se analizaban algunos de los 188 parques del mundo ubicados a lo largo de las fronteras internacionales y que proponía una guía paso a paso para crearlos y fortalecerlos. Los parques de la paz, según Ali, reducen el conflicto político a través de la colaboración ambiental y de recursos.

"Si miras el medioambiente desde el punto de vista de 'cantidad' en vez del de 'calidad', pelearás por conseguirlo. Pero para garantizar su calidad, colaborarás por él", dice. Este trabajo contribuyó a que él fuera elegido como "explorador emergente" en 2010 por la National Geographic Society.

Cuando la Universidad de la Paz, ordenada por la ONU y fundada en Costa Rica en 1980, quería desarrollar un plan de estudios llamado Peace Education: Islamic Perspectives (Educación por la paz: Perspectivas islámicas), Amr Abdalla, profesor y vicerrector, acudió a Ali. "Una amplia población de musulmanes confía en gran medida en su comprensión de la religión como guía de todos los aspectos de la vida. No vemos ninguna contradicción entre el Islam y disciplinas tales como la paz, el conflicto y el medioambiente", sostiene Abdalla.

Él agrega: "Un alto nivel de responsabilidad ambiental ayuda a las personas a alejarse de actitudes enfocadas en sus propios intereses específicos y las acerca a una mejor comprensión de sus propios intereses dentro de un sentido más amplio de responsabilidad hacia el medioambiente, en función de las enseñanzas religiosas". En Pakistán, el plan de estudios se impartirá como un programa empírico, en el cual se reunirá a niños de escuelas gubernamentales, privadas y religiosas para que estudien juntos; en los EE. UU., el instituto Zaytuna College de California impartirá el programa en las escuelas musulmanas.

Para Samir Doshi (ex-estudiante de Ali y ahora becario de postdoctorado de la Universidad de Queens en Canadá), Ali es un iconoclasta. "Saleem siempre cuestiona las convenciones. Lo he visto hacer de abogado del diablo para que una comunidad o un interesado comprendan mejor a quienes no están de acuerdo con ellos. Este es un aspecto que le otorga tanto poder en la resolución de conflictos y negociaciones. Además, es una cualidad sumamente necesaria en la planificación ambiental y en el desarrollo sustentable".

Naazish YarKhan es estratega de contenidos, escritora y editora con una maestría en comunicación. Ella escribe para varios medios, que incluyen National Public Radio, The Huffington Post, Chicago Tribune y Common Ground News Service.